Corren tiempos difíciles en los que asumir es la solución más fácil y menos eficaz. Acudamos a las barricadas pacíficas, defendiendo que sí existen las ideologías, haciéndolo desde la izquierda y con la III República como meta. Defiendo la utopía como antítodo contra el inmovilismo.

lunes, 6 de agosto de 2012

Violencia real


Porque me niego a aceptar que el pueblo sea el enemigo:
Violencia es irse al fútbol "porque aquí está todo bien" e irse de vacaciones diciendo "buen verano, para el que pueda".
Violencia es no poder acceder a una vivienda y a un trabajo digno.
Violencia es quitar la cobertura sanitaria a los denigrantemente llamados "sin papeles" y  hacer pagar los medicamentos a jubilados.
Violencia es aumentar impuestos como el IVA que afectan tanto a un parado como a un multimillonario y negarse a estipular el impuesto para las grandes fortunas.
Violencia es permitir que la iglesia siga engrosando sus arcas eximiéndoles del IVA y de declarar algunos ingresos como lo que entra por los cepillos.
Violencia es la amnistía fiscal y negarse a luchar contra el frauda de una manera clara y decidida.
Violencia es que un diputado tenga casa en Madrid y aun así cobre la dieta por desplazamiento.
Violencia es cambiar la ley de RTVE para usurparla.
Violencia es callar los viernes los que saldrá en el BOE los sábados.
Violencia es gritar "que se jodan" en el congreso y pagarlo con una simple disculpa.
Violencia es acudir a un rescate llamándolo de todas las maneras imaginables sin consultar con los ciudadanos y ciudadanas.
Violencia es mantener asesores puestos a dedo en todas las administraciones.

PD1. El cuadro es del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamin.
PD2. El que quiera que complete este listado, lamentablemente, interminable y sangrante.
 

domingo, 5 de febrero de 2012

No diga renovación, diga Rubalcaba

Parto de la base de que para mí ni la juventud ni la experiencia son valores absolutos.
Solo encuentro tres explicaciones para que los socialistas hayan elegido a Rubalcaba como secretario general del PSOE, y no sé cuál de las tres me da más miedito:
1. Que no quieran quemar a otro candidato pensando que el ciclo de gobierno del PP vaya a durar dos o tres legislaturas.
2. Que piensen que la otra candidata es peor.
3. Que realmente piensen que Rubalcaba presenta el cambio, la renovación dentro del partido.
No es creíble que Rubalcaba hable de cambio ni de regeneración, cuando su modo de actuar, buena o mala, ha sido continuista desde que fue ministro de González.
Y a mí particularmente me repatea que para ganar las elecciones internas saque a colación el laicismo y la revisión del concordato. O se es tan rojo en la oposición como en el gobierno o apesta.
En mi humilde opinión, insisto, sin ser politólogo ni ganas, el PSOE ha perdido la oportunidad de un cambio real, de un debate de ideas, de una profunda reflexión que deje al desnudo el porqué de la sangría de votos en las generales. Se pueden seguir escudando en la crisis otros cuatro años si quieren.
Si realmente piensan que la siguiente legislatura está perdida, podían aprovechar para asentar la figura de un nuevo líder. Tienen miedo a que un candidato pierda y parecen olvidar que tanto Aznar como Rajoy ganaron tras varias derrotas.
Yo creo que era el tiempo de Eduardo Madina, pero parece ser que le tienen en la recámara, con el peligro de que en ella se quede congelado.
Por último, qué quieren que les diga, el nuevo equipo del PSOE no huele bien: ¿Griñán presidente? Obviamente es un empujón para las autonómicas, ¿pero el tema de los ERES no es lo suficiente serio como para no aupar a un político? Y de segunda y tercero, Elena Valenciano y Óscar López, responsables de la campaña de Rubalcaba en las generales, con unos resultados que no deberían engrosar un curriculum, sino adelgazarlo.
No es mi partido, pero sin un PSOE fuerte perdemos todos.

martes, 10 de enero de 2012

¿Quién ganó las elecciones?

Prometo que lo he olvidado. No me refiero al partido. De sobra sé que ganó el PP. Como que no se nota... Me refiero a que no recuerdo quién salió como presidente del gobierno. De memoria sé la batería de ministros que ha colocado en la vanguardia, algunos atacando y otros de parapeto.
Pero, ¿dónde narices está el presidente? Con la que está cayendo, con las medidas que han tomado y, sobre todo, porque mintieron a la ciudadanía tanto en campaña electoral como en la sesión de investidura, me parece indecente que Mariano Rajoy no dé la cara. Vaya..., desgraciadamente ya me he acordado de quién ganó las elecciones.