A las barricadas pacíficas

Llámenlo recurso del pataleo, no me importa. Considero que solo el silencio es inútil para luchar por lo que uno cree justo y necesario.

Este blog nace siguiendo la estela de otro, La Octavilla, con la idea de crear una corriente de opinión blogosférica que nace desde la izquierda republicana. 

No soy político, ni politólogo. No me considero intelectual ni inteligente. No pretendo dar lecciones a nadie. Sólo soy un ciudadano que ejerce su derecho a expresar sus ideas y a denunciar aquello que para mí es denunciable.

Por eso me embarco en estas barricadas pacíficas, para defender una escuela pública y laica, una sanidad pública, unos servicios sociales que garanticen que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan llevar una vida digna. Abogo por suprimir los privilegios de la iglesia católica y por diferenciar claramente entre moral particular y legislación. Y sí, creo que la III República es posible. La monarquía que emana de la gracia de dios (y la española por la gracia de un dictador) no debería tener cabida en pleno siglo XXI. El caso Urdangarín solo ha puesto en la palestra una realidad de todos sabida. Una realidad de la que su mujer, la infanta Cristina, se va a escapar impunemente. Como, con impunidad, siguen muchos políticos, dentro de su actividad pública o ya en la activida privada.

Por último, lucho por una salida de la crisis equitativa, con medidas que no acentúen la diferencia de clases, que no agraven la situación de los de siempre, que detenga los desahucios y la sangría del paro.

Hay quien defiende que ya no existen las ideologías. Hay quien se ríe de las utopías. Hay quien asume la corrupción, la dictadura de los bancos y el mandato de los poderosos como un mal necesario. Yo soy de izquierdas, republicano y me niego a aceptar que no podamos hacer nada.

Esta es la justificación para crear este nuevo blog. Sólo lo actualizaré cuando lo considere estrictamente necesario. Y solo pido a los que participen en él con sus comentarios, que lo hagan desde el respeto y la tolerancia. No hay que abandonar la firmeza para conseguirlo.

Nos vemos en las barricadas (pacíficas)

¡SALUD Y REPÚBLICA!